Si buscamos
el significado de Religión encontramos que es el “conjunto de creencias, de
normas de comportamiento y de ceremonias de oración o sacrificio que son
propias de un determinado grupo humano y con las que el hombre reconoce una
relación con la divinidad (un dios o varios dioses).” (Wikipedia)
Para
entenderlo mejor, dividiremos en:
- Conjunto de creencias
- Normas de comportamiento, Ceremonias de oración, Sacrificios.
- Relación con la divinidad (uno o varios dioses)
¿Cuál es tú conjunto de creencias?
Para
poder llegar a Dios tuve que descubrir primero varias creencias, Yo creía en
Dios desde pequeña, fui bautizada en la iglesia Católica gracias a mi familia, estuve
en colegios Católicos, llegué a ser catequista… incluso líder para forma nuevos
catequistas… pero sólo conocía eso.
Dios
me permitió llegar a personas de distintos países para poder conocerlos, en un
viaje que tuve conocí a musulmanes, hindus, budistas, etc. Conviví con ellos
por meses y me encantaba cuando me contaban todo lo que hacían para adorar a sus
dioses, pero entre todos uno me llamó mucho la atención… los musulmanes.
Los
conocí en un tiempo religioso muy duro para ellos, “Ramadam” este tiempo de
ayuno es un reto para cada uno, un reto para demostrar a Dios que mueren a su
cuerpo y viven por Él, justo el tiempo en el que trabajábamos, ellos no podían
comer, y ese sacrificio que hacían, algunos lo hacían por amor y otros por
obligación, era claro al ver como algunos agradecían y pedían fuerza en sus
oraciones y otro se quejaban y se rendían.
Los
sacrificios que hacen los musulmanes son muy fuertes y eso me sorprendió tanto
que decidí investigar mucho más.
¿Cómo te comportas?
En
medio de toda la investigación, volví a mi país y empecé a asistir a una Mezquita,
me gustaba mucho, me gustaba pensar que hacía sacrificios por Dios, a quien
amo, permanecí por 6 meses, oraba 5 veces al día, estaba aprendiendo árabe y me
sentía bien, peeeero había cosas que me confundían.
No
podía hablar con Dios cuando estaba en esos días que todas las mujeres tienen
cada mes, no podía tocar a los hombres ni para abrazarlos, tenía que cumplir
con varios pasos y leyes que no eran las mismas para hombres y para mujeres por
temas hormonales y algo que acongojó mi corazón… me dijeron que Jesús era un
profeta y no Dios como yo pensé toda mi vida.
Eso
fue lo último que me dijeron antes de que no vuelva, quise saber… cuál era
la verdad, era Dios o era profeta, quién era realmente Jesús y quién era Dios, Jesús
para mí era mi ejemplo de vida, pero ¿no conocía a quién seguía? mi confusión
me llevo a no creer en nada y en todo al mismo tiempo… pedía consejos, pero
nadie podía responder.
Empecé
a hacer muchas cosas que no haría alguien que cree en Dios y por lo tanto en su
palabra, pero cada vez las consecuencias eran más feas y no sentía Paz para
nada.
¿Qué tipo de relación tienes con… la
divinidad?
Una
persona me dijo, “yo no puedo responder lo que va a pasar luego, ni cuál es la
verdad, pero estoy seguro que si le pides a Dios que te responda, Él lo hará”.
Fue
en ese momento en que empecé a hablar con Dios, pidiendo que me muestre la
verdad, que me diga lo que tengo que hacer o donde tengo que ir, buscaba hacer
las paces con Dios, pero no estaba muy fácil, porque sentía que hice las peores
cosas de mi vida y no pensé que me podría perdonar.
Un
día en Facebook me apareció la opción de postularme a un voluntariado en unos proyectos
de desarrollo social, justo estaba saliendo de la universidad y me interesaba
mucho hacer este tipo de proyectos, pero antes de hacerlos sabía que tenía que
ser parte de uno… y me postulé.
Recibí
una llamada de una voz muy amigable y me dijo que me entrevistaría y luego me
pidió hablar un poco de inglés porque este voluntariado era con personas británicas,
y lo logré, entré y me llevaron a otra ciudad a vivir con una familia.
El
primer paso era un campamento de capacitación y todos oraban! Y dije… ok, ¿qué
está pasando?, resulta que la empresa del voluntariado era cristiano, pero no
era un requerimiento serlo, solo tener la voluntad de hacer las cosas que se
pedían. Fui a vivir con una familia que tenía distintas reglas a las que yo estaba acostumbrada y tenía que pasar tiempo con ella, especialmente los domingos que iban a una iglesia.
Sinceramente
tuve mucho miedo, no quería volver a confundirme, no quería pasar de nuevo por
esos momentos en que no sabía qué hacer ni en qué creer.
La
oración formó parte muy importante en mi vida en ese tiempo, pero ya no era
orar en árabe, ni repetir el padre nuestro, era una charla espontánea con él…
era saber que Él me escuchaba, por la paz que sentía… Siempre me gustó cantar
para él, pero cada vez encontraba canciones con más sentido y que iban directo
al corazón.
Creo
que en ese tiempo todas mis dudas estaban siendo resueltas, hubieron personas
que me acompañaron, pero especialmente fue Dios, quién me llevó ahí, me
escuchó, me habló y llenó todos esos espacios vacíos que tenía en mi vida.
Conocí
a personas muy lindas que me enseñaron mucho, y aprendí que él comportamiento
de las personas dependen mucho de sus creencias y Jesús lo confirmó cuando
dijo:
“Ten cuidado de los falsos profetas que vienen
disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces. Puedes identificarlos por su fruto, es
decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso puedes recoger uvas de los
espinos o higos de los cardos? Un buen
árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos. Un buen
árbol no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos
buenos. Por lo tanto, todo árbol que no produce frutos buenos se corta y se
arroja al fuego. Así es, de la misma manera que puedes identificar un árbol por su
fruto, puedes identificar a la gente por sus acciones.” (Mateo 7:15-20)
No significa que se
debe juzgar, porque también nos dice que primero saquemos la viga de nuestro
ojo, y así podremos ver la astilla del ojo del otro.
Para poder sacar
la viga, debemos trabajar en nosotros, reconociendo quienes somos, y si no
sabes quién eres, observa que clase de frutos estás dando.
Talvéz tengas una religión, pero si no tienen una relación con Dios, empieza a hacerlo, conocer lo que él quiere para tí te ayudará a saber que camino elegir.
“Recuerda cómo el
Señor tu Dios te guió por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y
te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías
sus mandatos.” (Deuteronomio 8:2)